El feminismo aún es necesario. Todavía se requiere un cambio de mentalidad; la gente debe darse cuenta de una vez de que las mujeres pueden, igual que los hombres. Ser mujer o ser hombre no debería ser motivo de discriminación, ni debería cerrar puertas a nadie. Es precisamente eso, que "Nosotras también podemos", lo que se pretende demostrar con este blog.

lunes, 29 de marzo de 2010

RAWA. Ser mujer en Afganistán


Este fin de semana tuve la fortuna de cruzarme en el camino de Marian; tuve suerte porque ella nunca da pistas sobre su próximo destino: está amenazada da muerte. De hecho Marian no es ni tan siquiera su verdadero nombre.
Ella es una activista afgana, que desde 1997 trabaja para RAWA, la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán, con el único objetivo de luchar por los derechos humanos y la justicia social, y evita ser descubierta. ¿por qué alguien de tan absoluta e indiscutible valentía, con tan buenas intenciones, debe ocultarse y no ser reconocida como es debido?

RAWA se define como feminista, y desarrolla desde 1977 en la clandestinidad su labor política y social por los derechos de las mujeres y por la justicia social en un Afganistán democrático y laico. Marian ha estado en los cinco continentes representando a su organización, invitada por diferentes movimientos feministas, de solidaridad y derechos humanos o contra la guerra.

Su inglés era perfecto, y cabe destacar que Marian recibió educación y formación en las escuelas secretas de RAWA, en los campos del exilio afgano. Una auténtica lucha por salir de la ignorancia a la que se quiere someter a las mujeres... Pero sin embargo su abuela y su madre aún pudieron alcanzar un nivel digno de estudios, antes en Afaganistán las mujeres iban a la unversidad... ¿Estamos yendo hacia atrás?, ¿qué esta ocurriendo?

Si bien no eran muchas las que podían alcanzar estudios univeristarios, Meena
, nacida en Kabul en 1956 y fundadora de RAWA en 1977, fue una Universitaria Afgana. Al dejar la universidad se dedicó al activismo para la organización y la educación de las mujeres. Esta organización tuvo la intención de dar la palabra a las despojadas y silenciadas mujeres de Afganistán. Meena fue asesinada por agentes del KGB y sus cómplices integresitas en Quetta, Pakistán, el 4 de febrero de 1987

Meena

Ahora, para las afganas, ser universitaria es una auténtica utopía. Hoy, las mujeres son simplemente posesiones del hombre. Y así salen impunes violadores y asesinos: mujeres golpeadas, mujeres quemadas vivas, mujeres que se prefieren el suicidio... Son algunas de las situaciones que Marian describió. La esperanza de vida de las mujeres no supera los 45 años de edad.
Los talibanes y extremistas islámicos NO QUIEREN QUE LA MUJER SE FORME FUERA DEL HOGAR, y las niñas ya se casan a partir de los 10-11 años. Éstos incendian escuelas, o rocían a las niñas con ácido de camino a las mismas.

Las niñas Afganas se juegan la vida cada día si quieren ir a aprender, muchas veces en escuelas clandestinas, y aún así acuden. Es el caso de Shamsia, que aparece en un documental de la cadena francesa "France 2", donde un periodista camuflado hace un asombroso reportaje titulado "Afganistán, escuela de pizarra negra" sobre la educación en este país, sobre todo de las niñas.

Shamsia en el hospital
  • Shamsia: "Me echó el ácido encima y me dijo: esto es lo que te traerá ir a la escuela"
  • La encontramos con la cara quemada con ácido en el hospital, pero no estaba sola, 15 niñas corrieron la misma suerte.
  • Shamsia: "Yo de todas formas, voy a volver a la escuela, quiero reconstruir mi país"
Escalofriante: tanto la valentía de estas niñas, el significado y valía de sus principios; la horrible y misógina situación de las mujeres en Afganistán, arriesgarse la vida por aprender a leer y a escribir...
Es increíble y admirable, el poder encontrar a gente como Marian y asociaciones como RAWA, a pesar de que éstas no pueden llegar a gran número de niñas, y deben restringirse a familiares y conocidos de confianza; ser justo en Afganistán tiene peligro de muerte.

Hoy, me siento afortunada de habérmela cruzado en su misterioso camino, y la vez me siento ignorante: qué fácil es vivir mi vida, tener derecho a la eduación, tener derechos y libertades..
Me alegra que Marian pasara por mi ciudad; me alegra haber conocido una mujer tan justa y valiente, quién sabe qué destino tendrá para mañana. Y qué será de las niñas y mujeres de Afganistán... que será de la gente buena de este mundo...

Para los que sepan francés, podéis ver el documental del que os hablé y que vi después del encuentro con Marian:


afghanistan- ecole le tableau noir 1/2


También la web de la Asociación de Mujeres de Marian:

www.rawa.com




1 comentario:

  1. Excelente y conmovedor, Alma, el relato que has hecho de esta mujer afgana. Afganistán padeció en los 80 la invasión soviética y ello supuso un retroceso importante para la vida ciudadana de hombres y mujeres. Después llegaron los talibanes y consiguieron que nos olvidáramos de los soviéticos, tan bárbaro es su tratamiento a la mujer. Merece la pena apoyar estas luchas heroicas de las mujeres contra el fundamentalismo islámico.

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