El feminismo aún es necesario. Todavía se requiere un cambio de mentalidad; la gente debe darse cuenta de una vez de que las mujeres pueden, igual que los hombres. Ser mujer o ser hombre no debería ser motivo de discriminación, ni debería cerrar puertas a nadie. Es precisamente eso, que "Nosotras también podemos", lo que se pretende demostrar con este blog.

jueves, 22 de abril de 2010

Alicia en el país de las feministas

"Si todos llevasen un besugo en la cabeza, ¿tu también te lo pondrías?"

Esta es una de las primeras frases que se escuchan decir a la nueva Alicia de la película de Tim Burton, cuando su madre la reprocha no haberse puesto su corsé. A ella nunca le ha gustado llevar vestimentas asfixiantes.

Alicia es una chica en edad de casarse. Su madre ya la ha encontrado un marido (al cual evidentemente no quiere, y no desea); los sueños de Alicia siempre fueron muy diferentes... ella nunca quiso ser esposa fiel y sumisa: ella soñaba con flores parlanchinas, gatos que desaparecían, sombrereros locos, y reinas cabezonas y rebana-cabezas...

La película comienza con un padre preocupado: interrumpe su reunión porque su hija tiene una pesadilla. Un padre concienciado de lo que criar y amar una hija representa. Algo tradicionalemente de exclusividad femenina. Algo inusual en el siglo XIX ...

Alicia siempre desbordó imaginación y creatividad; siempre tuvo inquietudes, nunca le asustó lo desconocido. Estaba dispuesta a correr tras cualquier conejo blanco para adentrarse en una aventura nueva: cumple con las características consideradas masculinas de su época.

Y, entre la espada y la pared, casi tras los barrotes de un matrimonio con 19 años, todos la ven preparada para entregar su vida a su nuevo marido y dueño... Pero Alicia encuentra al conejo, y echa a correr tras él. Alicia no quiere ser más que de ella misma...

Tras caer por el hueco del árbol, Alicia revive aquellos lugares, que cree ella que son sueños, en los que quizás ya estuvo antes. Alicia huye de su opresiva realidad: ahora está en un mundo de locos, de colores, de cabezas rebanadas, de maravillas, de tiniebla, de guerras... pero es libre.

Alicia se ha transformado en una feminista. Ya no es la obsesión de un reverendo, y académico, Lewis Carrol, aficionado a fotografiar niñas (muchas fotografias prefirió destruirlas antes de su muerte) y a invitarlas al té; y particularmente obsesionado con una llamada Alicia, a la que dedicó un par de cuentos, y por la que perdió todo el interés cuando esta cumplió los 12 años.
Ahora Alicia ha crecido, y ya no es "la obsesión" de Lewis Carrol. Ahora representa la opresión femenina de la Aristocracia Victoriana; Alicia es ahora una feminista, luchadora, dueña de su vida, escritora de sus sueños, protagonista de sus aventuras... porque:

"Hay una poción que te puede hacer encoger. Hay un pastel que te puede hacer crecer. Los animales hablan. Los gatos desaparecen. El pais de las maravillas existe. Puedo matar a este horrible monstruo con mi armadura y mi espada"

... puedo escapar del encarcelador patriarcado que me amarra...

domingo, 11 de abril de 2010

Gracias hermanas sufragistas


El 10 de enero de 1917 Alice Paul, a la cabeza de 218 mujeres, protagonizó una protesta frente a la Casa Blanca, en demanda del voto femenino. Todas fueron arrestadas y remitidas a la cárcel.

La historia de las sufragistas americanas se relata en la película "Angeles de Hierro", donde Hilary Swank encarna a Alice Paul.

Viendo esta película tuve de repente un recuerdo de la más tierna infancia: esas mujeres con cintas, vestidas a lo "años 20", me trajeron a la memoria una escena de otra película... nunca había sido consciente, y ahora estoy orgullosa de recordarlo. "¡Por ti vota la mujer! Gracias hermanas sufragistas". ¿Os suena a vosotros también?



Os dejo también el tailer de la película "Angeles de Hierro":






sábado, 10 de abril de 2010

Si la sexualidad femenina es tan distinta.. ¿quién compra los vibradores?

Discretísimo vibrador de la gama "Durex Play"

Es evidente que estamos ya ante una creciente liberación sexual de la mujer; hace 50 años era impensable que una chica tuviera inclu
so deseos sexuales...
Pero siguen existiendo numerosos tabúes, falsos estereotipos... a la chicas se las sigue inculcando una cultura sexual diferente que la que se enseña a los chicos.

Ayer tuve la oportunidad de ver en Cuatro dos reportajes:
  • El primero, de Callejeros, trataba sobre las "Escorts", o prostitutas de semi-lujo, que desde 200 y hasta 1500 euros la hora proporcionan companía, escuchan, "dan mimos" y, lo más importante, hacen realidad los deseos de sus clientes (y sí, me refiero a deseos sexuales). Podían nombrar numerosas listas de clientes, afirmaban que incluso famosos ó políticos; lo mucho que éstos disfrutaban, las cosas que les gustaban... Tan solo salió un "Male Escort", que da servicios a mujeres.
  • El segundo, "Yo soy Gigoló", un documental británico, se desarrollaba en Londres. Aparecían tres hombres: un "Male Escort", conocido como "Caballero Burdeos", que se autodenominaba así mismo como "hombre de compañía", y al que le costó reconocer que a sus clientas les proporcionaba algo más que un buen trato; después dos prostitutos italianos, uno de ellos sin trabajo todavía, que pensaba que ser giogló era el mejor trabajo que un hombre podría desear: cobrar por acostarse con mujeres, y al cual no le contraban porque pensaban que no sería capaz de acostar con una que no le atrayera; el segundo no quiso dar nignún detalle sobre sus clientas, pues estás son de lo más discretas, pero afirmó que muchas de ellas estaban casadas, o eran amas de casa. Lo más sorprendente del reportaje era la dificultad que encontraba el periodista para entrevistar mujeres que frecuentaran estos servicios; y las pocas que encontró se negaron a mostrar su rostro y su voz y además llegaron incluso a afirmar que se enamoraban de los hombres que contrataban, o que estaban desesperadas.
La primera conclusión que pretendían que sacara el espectador, sobre todo del segundo reportaje, es que la diferencia entre Sexualidad de hombres y mujeres reside en lo mismo de siempre: los sentimientos, y esto sigue reprimiendo la libertad sexual real de la mujer.
  • Una mujer que se expone a una relación sexual necesita sentimentalismo, romaticismo, cuento de hadas, principe azul en caballo blanco: ¡SE ENAMORAN DE SUS PUTOS! ¿es esto posible?, ¿o necesitan sentirse enamoradas para no sentirse culpables? ...
  • A los hombres les encantan las tias buenas, los pechos enormes, los culos morenos, los tangas de hilo: no es necesario sentir nada; y tienen una larga lista de deseos para las Escorts: francés, griego, arriba, abajo... ¿tienen entonces más libertad sexual?, ¿pueden incluso presumir de que se acuestan con mujeres?
No soy sexóloga, no he hecho encuesta alguna sobre la sexualidad de las mujeres, no tengo aval científico ninguno... pero aún así pienso, afirmo, reafirmo, insisto en que la sexualidad de las mujeres puede ser tan simple como las de los hombres.

¿Mis argumentos? Que la frontera no es biológica, es cultural. La sexualidad no es de "Hombres" ó "Mujeres", sino del individuo. Cada uno tenemos la nuestra.

De esto último tengo alguna que otra prueba:
  • Cada vez son más los posters de "tios buenos", los calendarios de hombres desnudos, se editan revistas como "PlayGirl", en las que el hombre no es más que un objeto sexual.

¿Las mujeres necesitan enamorarse para disfrutar del sexo? Yo opino que la respuesta es NO

La prueba irrefutable de ello es La Venta de Vibradores, creciendo año a año; es el producto estrella de las Sex Shops, y además se pueden encontrar incluso en máquinas expendedoras (como muestra de ello tenéis la de la Estación de Autobuses de Oviedo)

Existen de todo tipo, color, sabor; acuáticos, con accesorios para el clítoris, más grandes, con motor, discretos... ¿qué chicas disfrutan de estos accesorios?, ¿también se enamoran de sus vibradores?, ¿necesitan tener una relación afectiva previa? Si las mujeres son tan discretas en cuanto a sus deseos sexuales no es porque estos no sean tan primarios como los de los hombres, sino porque aún se piensa que una "mujer de bien" que disfruta mucho del sexo es un poco "zorra".