'El príncipe Ceniciento' es tataranieto de Cenicienta y 'Tarzana' es hija de Tarzán. Son dos cuentos cuyas páginas podrán saborear los cántabros cuyos padres estén por la labor de romper los estereotipos que vendían los relatos clásicos: aquellos en los que los personales femeninos eran buenos y sumisos y cuya ocupación era esperar a un príncipe azul y los masculinos eran héroes fuertes y súper aventureros. Expertas en coeducación se han propuesto que estos modelos no sigan marcando de esta forma a las nuevas generaciones y le dan la vuelta a las viejas historias. En las de ahora, 'Tarzana' es la jefa de la jungla y 'Ceniciento' es un tipo sensible y necesitado de ternura. Y que lava y plancha.
Ambas propuestas forman parte de una campaña del Gobierno regional de cara a la Navidad, en la que se invita a las familias a comprar juegos y cuentos no sexistas. Aunque, como explicó ayer Ana Isabel Méndez, directora general de la Mujer, «no existen juguetes sexistas». Al sexismo se llega por la función que la familia, la publicidad y la sociedad atribuye, de forma distinta y rígida, a chicos y chicas. Méndez recordó que, a la hora de jugar, se sigue asociando a las niñas con el cuidado de bebés, la limpieza, la cocina y la belleza, mientras que los asociados a los niños conllevan acción, deporte o ciencia.
Estos roles «perpetúan un modelo social», alertó la directora de la Mujer al tiempo que animaba a reflexionar sobre los regalos que se eligen estos días. De ahí que la vicepresidencia del Gobierno haya diseñado una campaña ('La igualdad también es cosa tuya') en la que se incluyen 20 sugerencias para decantarse por videojuegos, juguetes y cuentos que no presenten a las mujeres, exclusivamente, como seres abnegados y encantadores y a los hombres como líderes y emprendedores.
Entre los materiales didácticos de 'El país de los cuentos al revés', también se explica qué es la coeducación y se ayuda a detectar cuando un relato marca unos roles para niños y otros para niñas.
Fuente: eldiariomontanes.com
Pues qué queréis que os diga, la idea es muy bonita pero la forma de hacerlo es de un cutre que se pasa. Si queremos eliminar los clichés sociales sobre roles de mujer y hombre, tendremos que poner un poco más de imaginación en ello, porque de momento es más bien mucho ruido y pocas nueces. Estos cuentos, por su planteamiento original, no parece que estén pensados para llegar a los niños (y no tan niños) y hacerles ver la realidad de otra forma, sino para "parodiar" cuentos clásicos de tendencia machista de modo que "demuestran" (en la manera en que puede hacerlo un cuento) que la mujer tiene las mismas limitaciones que el hombre.
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